Guillermo Viscarra Fabre

CRITICAS LITERARIAS

Fernando Diez de Medina, Literatura Boliviana.

Guillermo Viscarra Fabre es otro de los mas altos valores líricos de esta escuela (Escuela Vernacular). Su poesía intemporal, inespacial, recorre toda la gama temática: desde la llama mística hasta el boceto nativo; del soneto perfectísimo al himno de ritmos majestuosos; libres, prolongados; del dibujo de finura increíble que reproduce la hermosura del mundo exterior, a la música vertiginosa del sondeo introspectivo. Viscarra es el poeta de la novedad y del hallazgo. Posee la más rica y variada instrumentación verbal después de Tamayo. Circulan por sus poemas aires y modos de Huidobro, de Rainer María Rilke el inefable, de un plorante Juan Ramón Jiménez, del acrobático y musical Jorge Guillén. ¿Y por qué no? Digno es el recuero de los maestros cuando no se ahoga el discípulo .Pero Viscarra Fabre se restituye siempre a su verdad interior, la fresca y pura vena de su honda poesía. “Criatura del Alba”, libro breve, resplandeciente de arcanos líricos, es una fiesta de hermosura: fiesta para los ojos, fiesta para el oído, fiesta para el pensamiento que se embarga en las revelaciones del cazador de imágenes. No se conoce bien a este hombre de anchas espaldas y corazón de niño. No se ha entendido la salvaje belleza contenida de esta lengua musical que vuelve a descubrir el mundo en ríos de luz, de dolor, y de coreografías subterráneas. No se ha estudiado la riqueza estilística de este creador, clásico y revolucionario al mismo tiempo por su asombroso dominio de la técnica verbal. Viscarra Fabre es el poeta duro, desasido del mundo y de los hombres. Su canto estremecido y armonioso no cede en potencia a las voces más originales de la lírica continental.

Luis Felipe Vilela (1964)
“Verso diestramente burilado, de sugerente inspiración expresionista en cuyas imágenes, golpean generosos impulsos humanos. Su emoción se nutre de la tierra que en intensa llamarada prevalece sobre el devorante drama de la vida.”

Augusto Guzmán, 1982.
Pertenece a la vanguardia de los poetas nuevos de Bolivia, surgidos después de la Guerra del Chaco. Su estro, al principio sugerente y algo nebuloso, ha sido clasificándose hasta lograr, junto a la mayor vibración lírica, una transparencia conceptual cristalina, dentro de las formas más exigentes de la composición poética.

Eduardo Mitre, 1983.
A diferencia de la poesía de Gustavo Medinacelli, impulsada por el asombro y en su totalidad orientada a la invención novedosa, y a la expresión de lo insólito, la obra poética de Guillermo Viscarra Fabre, más heterogénea y completa, ofrece dos caras: una que animada por el espíritu y los afanes de la vanguardia se vuelca en el verso libre, la prosa poética y aun la greguería; la obra, igualmente notable, se vierte en formas tradicionales como el romance y particularmente el soneto.

Julio de la Vega (1988)
Poeta vanguardista desde su aparición en los años treinta como parte de un grupo que hizo eco a esta corriente y especialmente a la sudamericana. El vanguardismo fue uno de los pocos movimientos con carácter unitario en la poesía del país.

Carlos Castañón Barrientos 1990.
“… es un lírico de voz vibrante y palabra llena de elegancia. Ganó individualidad con un dominio notable de la técnica… Se empapó del telurismo y de un patriotismo auténtico. Profusión de imágenes, fuerza interior, lirismo; todo eso ha en sus poesía”.

Nubladas Nupcias, LAS PAGINAS DE GESTA

GUILLERMO VISCARA FABRE
ENTRE LAS ALEGRIA Y DOLORES DE UN SOLITARIO POEMA

Un epitafio de mil versos se ha hecho el mismo poeta para sobrevivir al tiempo y al olvido. Por eso escribió “Al borde de la vida, fui como un dios de piedra pulido por los vientos” Y el principal de sus vientos fue el andino, aquel que sube y baja del Illimani, al que le cantó: “Quién diera a mi tormento subterráneo que horada las paredes de mi cráneo, tu féretro polar cuando esté muerto”.

Habría que repetir los mil versos de todo Guillermo Viscarra Fabre para revivirlo. Habría que reiterar en detalle esas sus Fabre otras actividades para morir con él en el pasado. Habría que enumerar por ejemplo que fue: profesor de Historia de la en ( Música en el Conservatorio Nacional de Música de la Paz; Agregado Cultural de la Embajada de Bolivia en Buenos Aires; Cónsul de Bolivia en el Perú; jefe del departamento de lingüística de Idiomas Vernaculares en el Instituto Indigenista de Bolivia; Vocal de la Dirección General de Cultura de la H. Municipalidad de la Paz; fundador de «Inti»; Director del Boletín de poesía «Dimensión» del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés; Miembro Correspondiente del Ateneo de Ciencias y Artes de México; Secretario General de la Sociedad Geográfica de la Paz,… etc, etc.
Paseó su obra y fue reconocido allí donde la gente le quitaba el tiempo a la a actividad oficial, para hacerse raptar por aquellos escritos del poeta. Radicó en Uruguay por largo tiempo, lugar donde obtuvo el respeto de los círculos intelectuales. De igual manera actuó en Chile, y allí donde fue llamado.
«En su pequeño corazón de hombre, alberga ocultas e inauditas alegrías y todos los dolores que acusan al mundo…», reza un autorretrato de Viscarra Fabre. La muerte, así como la vida y la soledad, fueron las constantes en la creación literaria de este hombre que apareció en determinado momento con los títulos de escritor, periodista y diplomático. Nosotros nos quedamos con el poeta.

2 Replies to “Guillermo Viscarra Fabre”

  1. ¡Extraordinario! Eso es Vicente; pero es que hay otros tan importantes en Bolivia; Adela Zamudio, aquella a traves de la cual, se institucionalizó el día de la mujer en ese país, 11 de octubre; un científico del más puro quilate: Hugo Agustín Aspiazú, Solamente para hablar de dos.

  2. El científico del más puro quilate es Agustin Aspiazu cuya obra está en nuestra Biblioteca, Hugo Agustin Aspiazu descendiente.